Un proyecto llevado a cabo por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, Cenieh, dirigido por Adrián Pablos y Nohemi Sala, investigadores posdoctorales de la Universidad de Alcalá, UAH, ha puesto en evidencia que el Homo sapiens habitó el centro de la Península Ibérica en el Paleolítico Superior.
Las investigaciones son fruto del análisis llevado a cabo en unos restos humanos, concretamente el hueso de un pie, un navicular, localizado en la ‘Cueva de los Torrejones’, en Tamajón (Guadalajara) en la década de 1990.
En ese momento, los investigadores habían identificado estos restos como Neandertal, pero las nuevas investigaciones llevadas a cabo por este equipo han identificado que se trata de Homo sapiens, el único resto de esta especie posiblemente del Paleolítico Superior del interior peninsular.
El objetivo ahora es establecer las cronologías que permitan contextualizar a qué faunas aparecen asociados para delimitar si los restos analizados son del Paleolítico Superior más reciente o más antiguo.
“En el mes de septiembre hemos realizado una campaña para tratar de delimitar la fecha de antigüedad de los restos, que se establecen en un rango amplio desde 30.000 a 10.000 años”, han señalado los investigadores en un comunicado de la UAH.
La gran repercusión de esta investigación es que, por primera vez, se localiza Homo sapiens en el interior de la Península en el Paleolítico Superior.
“Yacimientos del Paleolítico en la Península Ibérica hay muchos, incluso en la Meseta, pero con restos humanos no hay tantos y los pocos que existen están repartidos entre las costas cantábrica, mediterránea y el sur de Portugal. Y es muy relevante porque el poblamiento en la meseta es muy duro, debido a que no hay tantas cuevas naturales como en las costas. Por eso, tenemos que intentar averiguar cómo era el clima, cómo era el paisaje, el ecosistema, para ver cómo aprovechaban los recursos”, han señalado estos investigadores.
La campaña realizada en septiembre pretendía conocer la secuencia sedimentaria y la estratigrafía de la cueva en las diferentes catas realizadas con anterioridad y recuperar nuevos fósiles, con el fin de que se pueda tener una noción más clara del contexto cronológico, bioestratigráfico, taxonómico, tafonómico y geológico asociado a los humanos del Paleolítico Superior en la Meseta.
Las campañas se sucederán en el entorno de la ‘Cueva de los Torrejones’ con un proyecto a medio-largo plazo porque “se puede obtener mucha información de este momento extraordinario, en torno a los 40.000 años, justo cuando se extinguen los Neandertales en la Península. Hasta los 30.000 años no volvemos a tener información de restos humanos, por eso sería excepcional disponer de información de este período”.
Entre las instituciones participantes en el proyecto se encuentran, como ya se ha indicado, la UAH y el Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos, la universidad del País Vasco (UPV), el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y la Universidad de Zaragoza (Unizar).