La Delegación Territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Castilla – La Mancha ha publicado el libro Comportamiento Climatológico del Segundo Semestre del Año 2020 en Castilla – La Mancha, texto en el que se estudia el carácter térmico y pluviométrico de la segunda mitad del año 2020 en la región.
En líneas generales, siguiendo la tendencia de los últimos años, el segundo semestre del año 2020 resultó ser más cálido de lo normal en la provincia de Guadalajara, registrándose una anomalía térmica positiva de +0,6 ºC.
Desde un punto de vista pluviométrico, el segundo semestre del año 2020 fue más seco de lo normal en toda la provincia, alcanzándose un déficit de precipitación de más del 30 %, según han informado en un comunicado fuentes de la AEMET en Castilla La Mancha.
Por otro lado, en la publicación se realiza un análisis global del año 2020, llegándose a la conclusión de que el año 2020 fue el año más cálido en la provincia de Guadalajara desde que se comenzaron a tomar datos en 1949. Debido a esto, el año 2020 ha sido catalogado como extremadamente cálido.
En el resto de las provincias de Castilla – La Mancha, el año 2020 también fue notablemente más cálido de lo normal. Asimismo, 2020 fue un año ligeramente más seco de lo habitual.
Según estas fuentes, «los datos mostrados en la presente publicación, junto con los obtenidos para los años anteriores parecen indicar que los efectos del calentamiento global ya son patentes en la región, debido a que está comenzando a ser habitual que en la región se registren anomalías térmicas positivas». Es decir, nueve de los últimos diez años han sido más cálidos de lo normal.
«Una de las consecuencias del cambio climático es que cada vez son más son más frecuentes los episodios de sequía o de lluvias torrenciales, fenómenos que producen todos los años grandes pérdidas para el sector agrícola», han añadido.La elaboración del texto de la presente publicación ha corrido a cargo de Francisco Javier Fernández Alonso, alumno del Grado en Física de la Universidad Autónoma de Madrid, y de Paloma Castro Lobera, Delegada Territorial de la AEMET en Castilla – La Mancha.