El interés por el cuidado de la piel está en su punto más álgido desde hace años. El cambio climático, las cifras alarmantes de las afecciones en la piel o la popularidad de las rutinas de skincare en las redes sociales son los principales motivos. Por eso, es importante tener en cuenta algunos consejos para protegerla del frío y de la exposición al sol.
De hecho, en la actualidad existen todo tipo de productos enfocados en limpiar, hidratar y proteger la piel de diversos factores externos como el clima. Estos pueden provocar desde sequedad y envejecimiento prematuro hasta cáncer de piel y depresiones en el sistema inmunológico.
La exposición prolongada al sol puede ser muy peligrosa
El sol es importante para todos los organismos vivos en el planeta. No obstante, la exposición constante e irresponsable puede provocar algunos daños en la piel y en la salud general de las personas. Las quemaduras solares afectan directamente la elasticidad de la piel y su capacidad para recuperarse de lesiones. A largo plazo, pueden provocar cáncer y otras afecciones.
Según estudios recientes, la exposición prolongada a la luz solar también afecta el sistema inmunológico, la visión y está particularmente relacionada con el envejecimiento prematuro.
Otro factor importante es que los rayos UV afectan la piel aunque no haya una exposición directa. Hay que tener en cuenta que se filtran fácilmente en cualquier espacio e incluso pueden rebotar en la nieve y el asfalto.
Para contrarrestar esto, los dermatólogos recomiendan tener un cuidado profundo de la piel, usar protección solar y mantener una buena alimentación. En Internet se pueden encontrar webs especializadas como la de óptica Vistafarma, donde se enfocan en la venta de este tipo de productos.
Cómo proteger la piel en verano y primavera
Cuidar la piel en las estaciones más calientes requiere de ciertos tipos de productos y cuidados básicos para mantenerla sana y radiante.
- Beber mucha agua. Para eliminar toxinas y prevenir estados de deshidratación se deben consumir al menos 1,5 litros de agua al día.
- Usar protector solar de al menos factor 50. Se debe usar durante todo el año, pero se debe poner especial atención durante el verano. Se recomiendan productos de rápida absorción y de marcas reconocidas.
- Limitar el uso de maquillaje. Aunque el maquillaje es un aliado para muchos, usarlo de manera excesiva puede bloquear los poros y afectar a largo plazo.
- Limpieza e hidratación. Es importante usar limpiadores adecuados al tipo de piel y tener una rutina de cuidado establecida. Otros productos que se pueden usar son tónicos, aguas micelares, exfoliantes, etc.
Lo más recomendable es buscar este tipo de productos en páginas confiables que vendan alternativas seguras y de calidad. En páginas como www.vistafarma.com/marca/isdin se pueden encontrar excelentes opciones.
En las temporadas frías también se debe cuidar la piel
Por otra parte, la mayoría de personas se enfoca en proteger la piel del sol, pero nunca del frío. No obstante, las bajas temperaturas pueden dañar los tejidos de la piel y promover su envejecimiento. Los rayos ultravioleta, aunque sean menos fuertes, también están presentes en invierno. Por esta razón, es imprescindible tomar algunas precauciones.
Durante el otoño y el invierno, la piel se puede poner mucho más seca y áspera al tacto. En efecto, las manos y diferentes áreas sensibles pueden lucir agrietadas y descamarse debido a la sequedad excesiva.
Otro aspecto que puede afectar bastante es el choque térmico constante que se vive en la temporada. Recuerda que hay una exposición intermitente entre altas y bajas temperaturas (algo que no sucede de forma tan agresiva en verano).
Las bajas temperaturas contraen los capilares sanguíneos provocando que la piel reciba menos oxígeno y nutrientes. Esto genera una ralentización de los procesos metabólicos normales que afectan a la epidermis, incluyendo la síntesis de colágeno y elastina.
Además, el frío altera la película hidrolipídica de la piel, haciéndola más propensa a la sequedad y el agrietamiento.
Cómo proteger la piel en otoño e invierno
Al igual que en verano, en las estaciones frías se debe usar protección solar. Además, hay que tener cuidado con los choques térmicos producidos al entrar y salir del aire libre.
- Usar crema hidratante para prevenir sequedad. Se puede aplicar después del protector solar. Además, se debe beber mucha agua.
- Aplicar un sérum rico en principios activos que sirvan para estimular la reparación celular.
- Usar ropa que abrigue y mantenga el cuerpo a una temperatura cómoda.
- Es recomendable usar bálsamos para los labios, ya que se pueden agrietar mucho por el frío.
Es importante tener en cuenta que sea cual sea la temporada, se debe tener una alimentación equilibrada y saludable que favorezca el cuidado de la piel. Además, se pueden tomar suplementos vitamínicos especiales e ir al dermatólogo al menos dos veces al año para recibir una asesoría profesional.