Los casos de sarampión están aumentando a niveles alarmantes, ha advertido UNICEF en un comunicado. A la cabeza de este incremento están diez países que contabilizan más del 74% del aumento total, y varios que ya estaban libres de sarampión.
A nivel mundial, 98 países registraron más casos de sarampión en 2018 que durante el año anterior, lo cual debilita el avance contra esta enfermedad fácilmente prevenible, pero potencialmente mortal.
Ucrania, Filipinas y Brasil han registrado los mayores aumentos de casos de sarampión de 2017 a 2018. Solo en Ucrania, se produjeron 35.120 casos en 2018; según el gobierno, otras 24.042 personas se han contagiado en los dos primeros meses de 2019. En lo que va de año, Filipinas ha contabilizado 12.376 casos y 203 muertes1 (en todo 2018 hubo 15.599 casos).
“Esto es una llamada de atención. Tenemos una vacuna segura, eficaz y barata contra una enfermedad muy contagiosa. Una vacuna que, durante las dos últimas décadas, ha salvado casi un millón de vidas al año”, recuerda Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.
“Estos casos no han aparecido de la noche a la mañana. Los graves brotes que vemos hoy surgieron en 2018. Si no actuamos hoy, mañana veremos consecuencias desastrosas en los niños”.
El sarampión es una enfermedad muy contagiosa, más que el ébola, la tuberculosis o la gripe. El virus puede contraerse hasta más de dos horas después de que alguien que lo tenga haya abandonado una habitación. Se propaga por el aire e infecta el tracto respiratorio, y puede matar a los niños con desnutrición o a los bebés más pequeños, aún sin vacunar. Una vez que se produce el contagio, no hay tratamiento específico para combatir el sarampión, así que la vacunación es una herramienta vital para salvar a los niños.
En respuesta a estos brotes, UNICEF y sus aliados están apoyando a los gobiernos para llegar urgentemente a millones de niños de todo el mundo, a través de medidas como las que ya están llevando a cabo países como Brasil, Ucrania, Yemen, Filipinas o Madagascar.
Una infraestructura sanitaria deficiente, los enfrentamientos civiles, la falta de concienciación de algunas comunidades, la autocomplacencia o la duda ante las vacunas, han llevado en algunos casos a estos brotes tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo. Por ejemplo, en Estados Unidos el número de casos de sarampión se multiplicó por seis entre 2017 y 2018, llegando a los 791. Recientemente se han producido brotes de la enfermedad en Nueva York y Washington.
“Casi todos estos casos son prevenibles, pero los niños siguen contagiándose incluso en lugares donde, sencillamente, no hay excusas”, afirma Fore.
“El sarampión puede ser la enfermedad, pero demasiadas veces la infección real es la desinformación, la desconfianza y la complacencia. Debemos hacer más para informar adecuadamente a cada padre, para ayudar a vacunar de manera segura a cada niño”.
Para combatir el sarampión, UNICEF está haciendo un llamamiento urgente para que gobiernos, profesionales de la salud y padres hagan más a la hora de contener la enfermedad, mediante:
- Comprender que las vacunas son seguras y eficaces, y que salvan vidas de niños.
- Vacunar a todos los niños de 6 meses a 5 años durante los brotes
- Formar y equipar a los trabajadores de salud para que proporcionen servicios de calidad
- Reforzar los programas de vacunación para distribuir vacunas vitales