El Heraldo del Henares
A las doce en punto de la mañana de este domingo 30 de mayo, la plaza Mayor de Alovera ha reunido a decenas de personas para llevar a cabo un minuto de silencio por el asesinato de Nicoleta Clara, que en la noche de ayer sábado perdía la vida asesinada de forma cruel a manos de su pareja, tal como anoche informaba EL HERALDO DEL HENARES.
Con esta convocatoria el Ayuntamiento ha querido canalizar la sensación de dolor, impotencia y condena que desde que se conoció la noticia se constató en todo el municipio, según han informado fuentes municipales en un comunicado.
A esta convocatoria han asistido además la alcaldesa aloverana, María Purificación Tortuero Pliego y la subdelegada del gobierno en Guadalajara, Mercedes Gómez. Junto a ellas, otras autoridades y responsables provinciales y autonómicos se han unido a los asistentes en el recuerdo a la víctima número 15 en lo que va de año.
Minutos antes la alcaldesa ha emitido un bando decretando tres días de luto oficial en el municipio que llevaba a poner crespones negros y poner a media asta las banderas de la fachada del Ayuntamiento.
Anoche fueron agentes de la Policía Local de Alovera los que acudieron al domicilio ubicado en la calle Octavio Paz de Alovera y trataron de atender a la víctima, por la que no se pudo hacer nada, si bien pudieron detener al supuesto asesino de forma inmediata.
En declaraciones a los medios, la alcaldesa de Alovera ha transmitido que el Ayuntamiento estará cerca y pondrá todos los medios para atender a su entorno y ha manifestado “ el deseo de que esta sea la última víctima” de esta lacra social.
También ha trasladado por parte del Ayuntamiento la más enérgia condena de este tipo de asesinatos y el deseo de que pare.
Clara Nicoleta, de 41 años de edad se estaba separando de su actual pareja, Álvaro M. de la C., de 54, algo que él no aceptaba. Clara era una mujer muy conocido en Alovera y Azuqueca de Henares. En este último municipio llevaba muchos años trabajando como camarera en un conocido bar de tapas, por lo que era muy conocida y apreciada.
Por su parte, su presunto asesino, Álvaro M. de la C., hacía un par de días que había vuelto a conseguir trabajo como transportista, su oficio habitual. Según han comentado amigos de la pareja a este diario, aunque se estaban separando aún convivían en el mismo domicilio. La pareja no tenía hijos, pero compartían dos perros yorkshire.
