El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado hoy su rechazo a la hipótesis de que el Gobierno indulte a los presos independentistas del ‘procés‘, una posibilidad que ha considerado como “uno de los graves errores de la democracia” en el caso de que se produjese. A su juicio, “más que una medida de gracia, me parecería una enorme desgracia”.
García-Page, que se ha pronunciado así este jueves a preguntas de los medios, ha asegurado que “hay muchos argumentos jurídicos y políticos” para pensar que la hipótesis de un indulto sea un error, y ha añadido que «los indultos no deben tener perfil político, y menos aún que resulten parecer una transacción. En ningún caso pueden significar una cesión, porque eso es exactamente lo contrario de una medida de gracia”, según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
Asimismo, el presidente regional ha considerado que el razonamiento del Tribunal Supremo es “en algunos aspectos moderado” y está «muy puesto en razón«, al tiempo que ha criticado que «la culpa no la pueden tener las sentencias judiciales».
En este sentido, ha recordado que “debería haber habido solución política antes que judicial, pero aquí los culpables son los independentistas que provocaron a conciencia una crisis institucional y vulneraron las leyes a sabiendas de los que hacían”.
Así, ha reiterado que cuando se vulnera la legalidad, un Estado de Derecho “tiene que protegerla y debe hacerlo con decisiones judiciales en última instancia, que han salido adelante con el refuerzo de la Fiscalía y creo que no ha habido controversia judicial”, ha considerado.
Por otro lado, García-Page, que ha comparado erróneamente la sentencia del juez De Prada contra el PP, que luego tumbó la Audiencia Nacional y que fue la excusa que utilizó Pedro Sánchez para, a pesar de contar con tan solo un Grupo Parlamentario de 84 diputados, presentar una moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy con el apoyo de los independentistas, ha señalado que «tiene la misma base de legitimidad aquella sentencia que las otras».
El presidente castellano-manchego se ha mostrado convencido de que una decisión de indulto “no ayudaría a enfocar” el problema catalán, “es más, tiene muchas posibilidades de resultar estéril”.
A su juicio, “lo más más grave de todo es que los afectados, aquellos que pervirtieron a sabiendas y a conciencia, deliberadamente, el orden constitucional, insisten hoy en que volverían a hacerlo, insisten en reincidir”, y por ello, se ha preguntado “en qué posición quedaría el que toma la decisión de indultar sin garantizarse primero la renuncia expresa a volver a las andadas”.
Finalmente, y tras asegurar que por su parte llegará hasta donde le permitan sus capacidades «dialécticas o institucionales», ha planteado que una solución al problema que plantean los independentistas de Cataluña “solo puede empezar cuando los propios independentistas renuncien a volver a las andadas. No tiene vuelta de hoja”, ha apostillado.